Mar 8, 2011

La anestesia social de ZP

Que Zapatero y sus coleguitas de turno reparten derechos como si fuesen los Reyes Magos ofreciendo regalos a inocentes ninos que se han portado bien no es novedad. Junto a esos regalitos que las minorías y las mayorías solidarias con esas minorías (con un tono “que pena me das, hijo”) ZP ha dejado abierto el grifo de los beneficios sociales, tan buenos para ganar votos como para emborrachar y adormecer al ser humano, que otrora era independiente y dependía de si mismo. Gracias a ZP, el individuo español es hoy menos independiente de lo que alguna vez fue. Y como esa dependencia del alabado zapaterismo manifiesta su clímax con el máximo de prestaciones sociales, también se lleva el gran golpe de bruces cuando el mismo rey mago creador de nuestra fortuna es quien hace los recortes sociales más drásticos de nuestra historia.

Cierto, gracias por concedernos el cheque bebé y aquellos 400 euros, y tantos otros derechos considerados fundamentales que después han retirado. España debe a ZP el honorable favor de intentar convencernos de que quien “dirigía los destinos” (palabras de Chacón) de los españoles era la ideología y el gobierno de turno; gracias por intentar dejarnos en vacaciones, intentando hacernos creer que con ZP nadie tenía que hacer nada, el paraíso llegaría sin que el pueblo moviese un dedo. No se han dado cuenta que no necesitamos nadie que “dirija los destinos de los españoles”, de eso ya nos encargamos nosotros, que para algo son nuestros. El gobierno está para administrar, gestionar, y tomar decisiones


El error de los españoles, y de alguna manera, de bastantes países europeos, ha sido el creer que podíamos dejar el volante de nuestros coches con gente como ZP. La verdad, se lo hemos pedido, y se lo hemos regalado a cambio de nada, a no ser, buenismo, retórica, falsedad y mediocridad ideológica e intelectual. Fueron los españoles los que creyeron que 2 y 2 eran 5, y que con ZP, nunca más habría que trabajar. Con Igualdad, Vivienda, y Política Social, el país funciona solo.


Mientras la retórica pobre continúa (“saldremos a ganar, ganaremos si salimos a ganar”, lo que mueve a Rajoy es odio a España...”), ZP quita más políticas sociales de las que puso y convierte en masculiniza su grupúsculo gubernamental que en otros tiempos era la bandera del feminismo y la discriminación positiva.

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