Sep 9, 2010

La oposición de la oposición

Estas últimas semanas ha estado llena de elementos que desestabilizan aún más los pilares que sostienen este debilitadísimo gobierno. Acabó el mes con la evidente falta de tacto en la política exterior zapaterista. Luego, ZP esclarece que esta dispuesto a negociar transferencias al País Vasco con el PNV (partido de la oposición en Euskadi!) a cambio de su apoyo a los Presupuestos. Y justo en medio de este debate, tuvimos la inesperada noticia de las “vacaciones” indefinidas de Eta.
Y luego, comenzó el mes en el hemiciclo. Sí, y como no, con una trifulca parlamentaria entre Rajoy y ZP. Entre la oposición y “la oposición de la oposición”. Y es que a uno le puede gustar más o menos el líder del PP, y sin embargo, es el disgusto por ZP mucho más importante. Por qué? Porque es él el que gobierna, y no los populares. Por ello, además, es de lo más inaudito en una democracia (o tal vez he vivido poco), que la mayoría de las intervenciones públicas de los miembros de la cúpula de un ejecutivo (Blancos, Pajines, Teresitas, y zetapés) hagan más esfuerzos en criticar y opositar a la oposición, o sea, al PP, que a explicar las diversas situaciones en las que los ciudadanos nos vemos inmersos, o – no estaría mal – explicar de forma franca y sensata las medidas que toman y sus razones. Este gobierno y este PSOE está gastando demasiado tiempo y fuerza en criticar al principal partido de la oposición por opositar, o sea, por hacer su trabajo – aunque a los socialistas les guste más decir “por no arrimar el hombro”. A la vuelta de las vacaciones, le recriminaba Rajoy a ZP si no había hecho propósito de enmienda, y éste le respondía afirmando que era él quien no lo había hecho, porque su discurso ácido seguía siendo el mismo. Y es que a cualquier crítica desde la oposición, el gobierno contesta con pataletas y respuestas de taberna, olvidándose del importante lugar que ocupan y de la responsabilidad que se le es exigida. "Tú eres tonto. Tú más!". En lugar de hablar sobre cosas serias y tangibles, sobre nuestros problemas reales, los socialistas dedican verborrea inútil y zafia hacia la esfera del mal (entiéndase, la de la derecha "antisocial"). La derecha en este caso, no puede ni debe hacer propósito de enmienda ni mudar de tono cuando los problemas con que nos han dejado en agosto no sólo no han menguado, sino que se han incrementado.
La gran falta de respeto – y de profundo sentido y responsabilidad– socialista no es únicamente esta (la de perder el tiempo y recursos públicos ejerciendo de oposición a la oposición). Lo pésimo y lo más absurdo es que, cuando desacredita y ataca a la oposición en ese tono callejero, nuestro gobierno – el de todos – está atacando también a la mitad de los españoles (como mínimo), porque rara vez ha habido una postura tan común entre un gran segmento de la población y la del principal partido de la oposición, que es el que fundamentalmente la articula. Cuando esto acontece, la crisis es obvia. Y en pocas ocasiones se ha visto a un gobierno que ignorase tanto la obvia opinión de la gente a la que gobierna, algo que resulta evidente por el mero hecho de atacar a la oposición cuando esta dice básicamente lo que piensan muchos millones de españoles, insisto, tal vez la mayoría. Faltar al respeto a ese claro mensaje es faltar al respeto al mensaje de muchos ciudadanos.
En medio de todo esto el principal discurso del PP es que el gobierno lo hace todo mal, lo cual es un hecho, y el del PSOE es que el PP lo haría peor, lo cual de hecho y de momento no es ni puede ser una certeza … Pero es el PSOE quien gobierna, y eso no se nos debe olvidar.
Pues nada, a pan y agua...

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