Sep 28, 2010

Los resultados electorales en Venezuela: lectura y reflexión

Reuters

Finalmente, Hugo Chávez ha ganado las elecciones, como era previsto. Curiosamente, los resultados se pueden interpretar como el vaso medio lleno; o como el vaso medio vacío. Como esta ilustrativa foto de la agencia Reuters. Pícara y triste al mismo tiempo. Triste, porque la realidad es que el chico no está en una fiesta de disfraces, sino en una atmósfera mucho menos divertida e inocente. Digo esto con la esperanza de que los que de verdad se enmascaran detrás de la corrupción y los que encubren la ignorancia populista con palabras fáciles, se quiten la careta de rebeldes y dejen de someter a un país entero a su más que falsa revolución. Una revolución cobarde. Una revolución a golpe de petrodólares, con la que se financian las mentiras y se reducen las libertades. Una revolución triste, que ha parado un país en el tiempo, para saquearlo más fácilmente. Una revolución cuya ley ha tomado forma de dedo. Dedo índice, acusador, censurador, intolerante, arrogante, necio, demagogo. Una revolución de un hombre que ha secuestrado y pervertido los nombres de Bolívar y Martí. De un tipo que dice ser marxista, reconociendo no haber leído Marx.
En fin. Esperemos que la picaresca despierte, porque se le necesita. Aunque desde aquí es muy fácil decirlo.
El vaso medio vacío
Chávez ha vuelto a cocer su mayoría en la Asamblea, en un sistema electoral compuesto a su medida. Los comicios, irregulares en los feudos chavistas, no han permitido ver un acercamiento demasiado acentuado. Los bolivarianos han ganado, y siguen con carta blanca de facto para hacer los borrones necesarios y acabar de consumar esa ley arbitraria. La ley de la que se ha apoderado él solo.
El vaso medio lleno
El vaso medio lleno, sin embargo, nos transmite que la oposición no ha dejado que el socialismo del siglo XXI haya conseguido la mayoría absoluta de los dos tercios, restándole – en teoría – facilidad para algunas mudanzas o decretos. Cambio demasiado tibio para los más pesimistas. Un puñetazo en la mesa de todos los no chavistas para decir que aún están ahí. Porque ha sido aproximadamente un 52% del voto popular el que se ha decantado por la oposición, y han alcanzado los más de sesenta lugares en el Parlamento que, en principio, incomodarán de alguna forma al PSUV.
Entre pesimismo y optimismo
Sin embargo, tiendo a situarme entre el pesimismo y el optimismo, según el momento anímico y las noticias que llegan. Recuerdo cuando el chavismo había conseguido una negativa en el primer referéndum para la reforma constitucional – en la que, entre otras cosas, se hacían cambios en el fondo y la forma de la estructura militar, así como se consumaba la popular “perpetuación” en el poder.. Sorprendía la complacencia, la felicidad desprendida por sus seguidores en esa derrota suave y mínima. Chávez se dirigía a los observadores extranjeros con una gran sonrisa. Decía, como todos sus defensores, que esa pequeña derrota electoral sólo demostraba que la democracia existía. Ese traspiés electoral fue convertido por el aparato chavista en la fuente de la legitimidad democrática de su régimen, con un mensaje más o menos parecido a este: “Para los que digan que aquí no hay democracia, observen. Tenemos elecciones, y las perdemos. Cómo que no hay democracia!”. Y el mundo, y Venezuela comprobaba, perpleja, como esa puesta en escena era un simple elemento de aquella retórica demagoga. Como se comprobó, Chávez nunca se dejaría perder. Y al poco tiempo, a través de otros medios (iniciativa popular) consiguió la reforma que sabía que iba a conseguir en un principio.
A pesar del pesimismo, el oxígeno del vaso medio lleno debe ser aprovechado hasta la última gota. De entre las noticias negativas provenientes del régimen, se percibe una cosa: la sociedad venezolana no avanza, sino que se queda perdida en el tiempo. Ante el evidente fracaso chavista, la oposición va a crecer, y las consecuencias serán evidentes. Los cambios vendrán desde abajo, con una población harta de una tiranía que, desde arriba, decide por ellos, aunque de forma hipócrita se jacta de lo contrario. La llave del cambio está en la sociedad. En la que no se deja comprar, en la que no se vende. Y ese cambio se puede entrever con estos resultados recientes, que serían incluso más positivos si no hubiera ninguna manipulación o irregularidad.
La puesta en escena de la cocina electoral chavista
Por ello, ante estos hechos, da la impresión de que cualquier acercamiento a una derrota electoral bolivariana sirve una simple escenificación para legitimar su democracia en el interior, pero sobre todo en el exterior del país. Después del otro día – cuando aparentemente no hubo permiso para tener observadores en los feudos chavistas, y los venezolanos tuvieron que esperar unas sospechosas ocho o nueve horas por los resultados – se intuye que , ante resultados negativos, algunas de las cocinas de los colegios bolivarianos se ponen manos a la obra para guisarlos a su manera. En esto coinciden varios observadores, diputados españoles. Los cuales han sido tratados de la peor forma posible por ser "populares". También se han registrado casi mil irregularidares en los comicios. Como he sugerido antes, ante la forma que han tomado estos comicios, se percibe que el chavismo está preparado para contrarrestar, sea como fuere, cualquier tropiezo electoral. Y de un caudillo se puede esperar hasta el uso de la fuerza.
Entre tanto, muchos bolivarianos pacientes y de boina roja siguen olvidando que la democracia es más que “ir a votos”, mientras su elegido come en los mejores restaurantes del mundo con sus petrodólares venezolanos .Los del pueblo. Eso sí, que no deje de mandar cemento y ladrillo a los barrios, que ya se arreglarán...

Ataques a ABC y El País
Llamo también la atención contra un hecho indignante. Y es que cada vez que uno o varios periódicos españoles (en este caso) publican algo que disguste al caudillo Chávez, el aparato de su partido ataca a los medios de este país acusándolos de fascistas, antidemocráticos y nazis (ABC y...El País!, que esta vez se hicieron eco de la orden de expulsión del diputado Arístegui). Y aquí nadie dice nada. Es que además de tener carta blanca para abusar de los medios de su país, puede Hugo Chávez abusar de los nuestros? Es que hablar mal de Chávez convierte a uno en militante de la extrema-derecha? Es que el gobierno español nunca le va a dar un tirón de orejas? Aunque ambos gobiernos sean aliados y socios, no se pueden permitir los ataques. Yo también tengo amigos, y por eso hay rayas que no debemos pasar. Cuando nos pasamos varios pueblos, es para pensar.

No comments:

Post a Comment