Dicen algunos avispados, que el Gobierno ZP está anunciando el fin de ETA con fines electoraleros. Los socios de los socialistas en el gobierno tripartito en Catalunya afirman que han tenido conversaciones con Batasuna. Se percibe, más que nunca, la voluntad de la izquierda abertzale para participar en los próximos comicios. Más que eso, los batasunos están desplegando una propaganda consistente en la renuncia a la violencia y la total subordinación a las leyes democráticas para alcanzar sus objetivos independentistas. Y al mismo tiempo, parece que en estos días el ejecutivo está dejando de informar a la oposición sobre materia antiterrorista. Los más sagazes, dicen, que hay algo de diálogo entre gobierno e izquierda abertzale. Sugieren que el Ejecutivo se quiere apuntar una victoria contra el terrorismo antes de las próximas elecciones, y para eso, negocia con radicales. Recordemos que la izquierda abertzale-Batasuna (considerada “brazo político de ETA), es lo mismo que ETA, según el Tribunal de Estrasburgo.
Curioso es que José Blanco o Trinidad Jiménez, ministros de Fomento y Exteriores respectivamente, proclamen que el fin de ETA esté próximo. Curioso también es que su companero Rubalcava, ministro de Interior, haya llamado la atención y a la cautela, diciendo hoy que “aún no se ha conseguido nada”. Parece un tirón de orejas a sus colegas de Fomento y Exteriores: han corroborado que no son estos ministerios no estos ministros los mejores plataformas para hablar con correción, coherencia, o autoridad sobre este delicado asunto, y menos frivolizar con ellos en actos llenos de testosterona partidaria, como Blanco ha hecho. Aunque algo más sutil se debe estar cociendo dentro del aparato de ministros, para lanzar esta diversidad de mensajes según en que lugares se encuentren.
La duda siempre queda, pues hay precedentes de treguas electorales con consecuencias perversas. Existen, hoy por hoy, negociaciones?(Algunos se acuerdan de aquel Mayor Oreja, que sugirió aquella barbaridad que consistía en que sí había conversaciones...)
Como ha dicho el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, es necesario no ceder ante la posibilidad de un “alto al fuego electoral,una tregua farsa electoral”. Además, en los micrófonos de Punto Radio, ha hecho un símil muy oportuno, comparando a Eta con "Hitler y el partido nazi. Muerto Hitler, no se dejó presentar a las elecciones al partido nazi porque no iba a legitimar el proceso democrático, porque no tenía sentido, porque solo iba a prestigiar el terrorismo".
Pues ahí queda.
Curioso es que José Blanco o Trinidad Jiménez, ministros de Fomento y Exteriores respectivamente, proclamen que el fin de ETA esté próximo. Curioso también es que su companero Rubalcava, ministro de Interior, haya llamado la atención y a la cautela, diciendo hoy que “aún no se ha conseguido nada”. Parece un tirón de orejas a sus colegas de Fomento y Exteriores: han corroborado que no son estos ministerios no estos ministros los mejores plataformas para hablar con correción, coherencia, o autoridad sobre este delicado asunto, y menos frivolizar con ellos en actos llenos de testosterona partidaria, como Blanco ha hecho. Aunque algo más sutil se debe estar cociendo dentro del aparato de ministros, para lanzar esta diversidad de mensajes según en que lugares se encuentren.
La duda siempre queda, pues hay precedentes de treguas electorales con consecuencias perversas. Existen, hoy por hoy, negociaciones?(Algunos se acuerdan de aquel Mayor Oreja, que sugirió aquella barbaridad que consistía en que sí había conversaciones...)
Como ha dicho el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, es necesario no ceder ante la posibilidad de un “alto al fuego electoral,una tregua farsa electoral”. Además, en los micrófonos de Punto Radio, ha hecho un símil muy oportuno, comparando a Eta con "Hitler y el partido nazi. Muerto Hitler, no se dejó presentar a las elecciones al partido nazi porque no iba a legitimar el proceso democrático, porque no tenía sentido, porque solo iba a prestigiar el terrorismo".
Pues ahí queda.
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